Buenas
tardes a todos y a todas:
Quiero empezar este
breve discurso expresando la inmensa emoción que sentimos al
compartir este día con D. Antonio Monterroso, poeta, escritor y
Director del Centro de Poesía Visual de Pya-Pueblonuevo.
Es un privilegio
contar con la presencia de una de las personalidades más
representativas del mundo de las letras de nuestra localidad. Una
persona comprometida con su pueblo que ha contribuido de manera
honorable a la divulgación de la cultura en nuestra comarca y que ha
dejado marcada su impronta personal en su compromiso por la defensa
de los derechos de la mujer.
Constituye un
verdadero honor para nuestro Centro recibir la visita de alguien que
ha dedicado tanto esfuerzo a la lucha contra la violencia de género
y que ha promocionado, como muy pocos lo han hecho, la cultura de
nuestra localidad, en un día tan importante y en un lugar tan
emblemático como este.
Un día en el que
celebramos el trigésimo séptimo aniversario de la Constitución
española de 1978, a la que debemos, por ejemplo, que todos los
españoles tengamos derecho a la educación (Art. 27) o que todos
seamos iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación
alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o
cualquier otra condición o circunstancia personal o social (Art.
14).
Es la Biblioteca, en
este contexto legislativo que recoge la Carta Magna, un espacio
simbólico donde el saber, la educación y la cultura conforman un
conjunto armónico en la orquesta que supone la vida diaria del
Centro. Con los libros que descansan en sus estanterías podemos
visitar remotos lugares, conocer personajes sorprendentes o
emocionarnos con los versos de algún poema, pero además, también
podemos investigar sobre aquellos aspectos que nos apasionan,
estudiar o simplemente meditar mientras las horas, indiferentes a
nuestras inquietudes, discurren absortas.
Quiero agradecer a
todas las personas que han colaborado en este nuevo impulso dado a
nuestra Biblioteca su esfuerzo y dedicación. Entre todos, Director,
Secretario, Jefe de Estudios, AMPA, Conserjes, Responsable y Equipo
de Apoyo de la Biblioteca, profesores/as y alumnos/as hemos
contribuido a la su mejora y funcionamiento.
Por último, quiero
reconocer el tremendo esfuerzo y la admirable dedicación que D.
Eduardo Ríos González ha llevado a cabo desde que se iniciaron las
reformas. Sin su entrega y entusiasmo todo habría sido más difícil
y sombrío. Por todo ello, y aunque no esté presente entre nosotros,
quiero expresar mi más profunda admiración y reconocimiento a su
labor.
A continuación, le
cedo la palabra a D. Antonio Monterroso. Estoy seguro que su
intervención os cautivará y que siempre la recordaréis. Muchas
gracias.
Javier
Torrico Pérez