Acabado el recreo nos trasladamos a la acogedora biblioteca del colegio en la que recitamos ante el alumnado de sexto de primaria y posteriormente ante el de quinto de primaria del Centro. La introducción de la actividad se realizó por parte de José Antonio Castro, alumno de segundo de bachillerato, que melifluamente consiguió captar la atención del alumnado de primaria con un verbo adaptado a la audiencia y cautivador.
Después llegaron a producirse momentos mágicos en los que incluso algunas alumnas de primaria vencieron la barrera emocional y se atrevieron a mostrar sus dotes artísticas.
Con esta segunda actividad fuera del Centro, vemos cómo se van cumpliendo los objetivos marcados de externalizar y fomentar la creación de grupos de jóvenes personas-libro, al menos entre los distintos centros de la localidad. Hemos conseguido crear interés e inquietud en los centros de primaria y específicamente en parte del alumnado de los mismos que ya se ven atraídos por la experiencia antes incluso de llegar al instituto en el que podrán compartirla (y ello con independencia de que llegue a formarse o no en su centro grupo de jóvenes personas libro). El objetivo de crear una red local de centros con jóvenes personas-libro quizás sea demasiado optimista para este mismo curso escolar, pero en absoluto es utópico planteárselo para el próximo.
Mientras tanto el alumnado del grupo de nuestro centro cada vez funciona mejor y más autónomamente, cada vez recita mejor y sobre todo, va venciendo con más facilidad el temor escénico en cada nueva experiencia. ¡Enhorabuena a tod@s!
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